Castigando a mi madrastra antes de que el cabron de mi papá regrese a casa
Sabía que esta vieja era una puta desde que la vi. Cuando mi papá me la presento, la cerda se me quedo viendo con una cara de puta, que hizo que mi polla se pusiera dura. No paso no una semana cuando esta guarra se mudó con nosotros, que ya se me estaba insinuando para que le metiera la polla. En realidad yo no la quería follar, no quería hacerle eso a mi padre pero, viendo que la tía insistía tanto, aproveche un momento con ella solo en casa, la puse en cuatro y le rompí el chocho con fuerza, dándole castigo como mi padre no lo hace, hasta dejarle su delicioso y enorme culazo lleno de leche ¡Que rica esta!