La española tatuada Candy Doll se folla a su vecino con cámara oculta
Candy Doll es una de las zorras del porno amateur que más cachondos nos ponen. Su cuerpo lleno de tatuajes y ese pelo teñido que lleva la convierten en una de las putitas más salvajes y deseables que solemos ver. Hasta ahora ya había grabado algunos vídeos haciendo cerdadas y ahora ha puesto una cámara oculta porque quiere grabarse follando con un vecino que le ha estado poniendo cachonda. La guarra no tarda en llevárselo a la cama y echar un polvazo duro y profundo como los que le gustan a la tía. La vemos a cuatro patas recibiendo duro y al final llevándose todo el semen en la cara.